David Monreal y el insistente llamado a la unidad
Colaboración Especial de la Revista Malinali
Zacatecas.- En los últimos dos años, desde el triunfo electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Comité Estatal de Morena en Zacatecas, encabezado por Fernando Arteaga Gaytán, ha tenido como principal característica una total ausencia y vacío en todos y cada uno de los temas de interés de la población.
En este lapso de tiempo, donde también el presidente de México ha sufrido una de las más feroces embestidas de los más poderosos grupos económicos del país y de la derecha, el encapsulamiento y silencio del partido guinda ha tenido, como respuesta visible, una política de avestruz donde esconder la cabeza ha sido la postura más cómoda y segura.
Sin estructura partidista, alejado de los liderazgos municipales, sin voz, sin propuesta local o regional, la dirigencia estatal se ha limitado a ser un simple observador de los acontecimientos estatales y nacionales.
Salvo excepciones y sin pertenecer de manera formal al Comité Estatal, las únicas voces que podían ser escuchadas en estos años para defender el proyecto de López Obrador y sus reformas en lo local, fueron las de Luis Medina Lizalde o Raymundo Cárdenas Hernández, ambos referentes de la izquierda zacatecana, quienes salían al quite ante el sepulcral y cómodo silencio que la dirigencia estatal mantuvo y mantiene hasta la fecha.
Al calor del proceso electoral de este 2021, donde se renovarán la gubernatura, alcaldías, diputados locales y curules federales, la dirigencia estatal de Fernando Arteaga comienza a sacudirse el pesado sopor y modorra de estos años de ausencia.
Ante los vientos de cambio y con ello el riesgo de perder los privilegios que les representó a su selecto grupo de “seres pensantes”, pero ausentes del acontecer zacatecano, Fernando Arteaga hoy busca a toda costa alargar el transcurrir de su cómoda y apacible dirigencia, buscando, junto con otros grupos, mantener su “status quo”.
A contracorriente, la dirigencia estatal de Morena hoy se vende al mejor postor para hacer juego a los muy personales intereses del cuestionado senador José Narro Céspedes, del ambicioso alcalde capitalino Ulises Mejía Haro y del resentimiento político de Luis Medina Lizalde, todos ellos unidos en este momento por la traición, el escozor político y la codicia.
Estos grupos de interés, al ser rebasados por las preferencias ciudadanas y de militantes que encabeza el recién designado coordinador estatal para Defensa de la Cuarta Transformación en Zacatecas, David Monreal Ávila, han emprendido una serie de acciones que buscan desconocer el liderazgo del fresnillense y arrebatar espacios de poder como las candidaturas plurinominales, es decir, asegurando sus puestos políticos.
Es así que en este momento, José Narro Céspedes y su grupo, están dispuestos a todo y no cederán ni un milímetro en sus objetivos. El cuestionado senador, conocido en el ambiente político por “ganar perdiendo”, es decir, haciendo uso inigualable del chantaje político, invirtió una gran cantidad de dinero para acercarse a su sueño de ganar la candidatura a la gubernatura de Zacatecas.
Para el tamaulipeco no hubo frenos económicos. Sin embargo, los enormes espectaculares, call center para mover miles de llamadas de promoción, infinidad de cuentas para realizar ruedas de prensa, publicidad en redes sociales y medios y hasta la compra de la portada de la Revista Rolling Stone, no le alcanzaron para sacarlo del sótano de las preferencias ciudadanas.
No obstante, Narro Céspedes no está dispuesto a perder su inversión y exige para ello espacios en el congreso local, presidencias municipales y por supuesto más de una curul de las ansiadas plurinominales.
A este grupo, se le suma el alcalde de Zacatecas, Ulises Mejía, de quien se le reconoce una buena administración municipal e incluso, la construcción de un liderazgo social fuerte; sin embargo al poco tiempo de su triunfo electoral, el joven e inexperto edil prefirió escuchar el “canto de las sirenas” y seguir los consejos de su papá Antonio Mejía Haro, fracasado candidato perredista a gobernador, para ver realizados sus sueños truncos a través de su vástago en una aventura con un final ya esperado.
Estos sueños de grandeza de la “Joya de la Corona”, alimentados por colaboradores que le pintaron un escenario totalmente ajeno a la realidad, fueron parados en seco por la actual Síndica Municipal, Ruth Calderón, quien le puso los pies en la tierra al alcalde. La afrenta no le fue perdonada a la funcionaria por Ulises Mejía ni su padre Antonio Mejía.
Como resultado de este desgastante choque, Ulises Mejía Haro carga actualmente a cuestas una sentencia por violencia de género en contra de las mujeres, y una alta, muy alta posibilidad de ser vetado en Morena para otros espacios de elección popular.
Desde el inicio de su administración municipal, fue evidente su preferencia por incluir como colaboradores a ex funcionarios de otras administraciones encabezadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), por lo cual no se descarta que pronto Ulises Mejía forme parte de la alianza partidista PRI-PAN-PRD si no logra imponer sus chantajes ante David Monreal.
Finalmente, y cocinado aparte, se ubica en este grupo a Luis Medina Lizalde. De reconocida trayectoria, el “Oso” Medina es un referente de la izquierda zacatecana. Periodista, activista y político, goza del reconocimiento social como un hombre honesto y transparente.
En estos años de silencio del Comité Estatal, Luis Medina ha sido siempre el personaje más buscado por reporteros y periodistas para conocer la postura de Morena en temas diversos, tanto nacionales como locales. Su conocimiento de la vida política lo convierte en un ideólogo cuya opinión deber ser tomada siempre en cuenta.
Desde un inicio, el “Oso” Medina buscó estar en el proceso interno de selección de candidatos con los pies en la tierra, y para desde ahí, señalar y hacer valer su punto crítico.
Sin embargo, el desarrollo que desde hace meses ha tenido la ciudadanía para apoyar el proyecto que encabeza David Monreal no es del agrado del personaje, quien movido más por resentimientos del pasado y su rechazo a la familia Monreal Ávila, optó por hacerle el juego al Comité Estatal y caminar de la mano de Ulises Mejía y José Narro.
Ante este escenario y en respuesta a esta situación, ha sido el propio David Monreal Ávila quien en su primer mensaje y posteriores intervenciones, ha llamado insistentemente a la unidad y comunión social, pidiendo respetar la contundente decisión de la militancia y simpatizantes que en este momento arropan el proyecto mayoritario del coordinador estatal para la Defensa de la Cuarta Transformación en Zacatecas.