- Inauguran seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la Reforma Política de 1977
- Hoy hay certeza y consenso político en la reglas electorales: Lorenzo Córdova Vianello
- México cuenta con un andamiaje electoral que favorece la participación informada: Enrique Graue Wiechers
Redacción | México
El modelo Instituto Nacional Electoral (INE)-Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) es perfectible; pero funciona y, hoy, da cuenta de una realidad incuestionable: las elecciones ya no son un problema en México, aseguró el Consejero Presidente del Instituto, Lorenzo Córdova Vianello.
Este modelo fue producto del proceso evolutivo que perfeccionó las reglas de la competencia política, explicó “y ha rendido buenos frutos en los más de ocho años que lleva en operación”, dijo al participar en la inauguración del Seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la Reforma Política de 1977, organizado por la Cátedra ENCCÍVICA-Francisco I. Madero de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Hace más de 45 años, antes de la reforma política de 1977, el régimen político era excluyente de las minorías; las reglas de acceso al poder y a la representación popular eran absolutamente inciertas y la única certeza era que siempre ganaba el candidato oficial”, estableció ante representantes y autoridades de la comunidad académica.
Hoy, precisó Córdova, “gracias al proceso de reformas iniciado con la de 1977, ocurre exactamente lo contrario: hay certeza y consenso político en las reglas, la autoridad electoral goza de plena autonomía y confianza ciudadana y la única incertidumbre es la que debe primar en toda democracia: la sana incertidumbre sobre quién ganará los próximos comicios”.
Mediante estas reformas en materia electoral, “hemos construido un sistema político incluyente que refleja nuestra rica pluralidad, para que nunca más una minoría se sienta excluida. Y, al mismo tiempo, para que ninguna mayoría pueda asegurar que lo seguirá siendo indefinidamente”, dejó en claro.
En este sentido, celebró la convocatoria a este Seminario ya que “permite revalorar lo construido en más de cuatro décadas y aprender de nuestra propia historia. La tolerancia, el diálogo, el acuerdo, la pluralidad -las lecciones de aquella gran reforma- deberían ser la hoja de ruta de eventuales reformas futuras”.
“Cierro citando a Jesús Reyes Heroles, quien sabiamente nos advirtió, hace 45 años: cuando no se tolera se incita a no ser tolerado y se abona el campo a la fratricida intolerancia de todos contra todos. La intolerancia sería el camino seguro para volver al México bronco”, concluyó.
La inauguración del Seminario también contó con la presencia del doctor en Ciencias Sociales, Miguel Armando López Leyva; el Secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas; la Directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Carola García Calderón y el coordinador de la Cátedra Francisco I. Madero, Fernando Castañeda Sabido.
México cuenta con un andamiaje electoral que sustenta la participación informada
Mediante un video el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, subrayó que en México «hemos construido a lo largo de los años un andamiaje electoral que sustenta la participación activa de una sociedad cada vez más informada y responsable por sus bienes ciudadanos».
Agregó que las mexicanas y los mexicanos «convivimos y ejercemos la democracia en prácticamente todas las acciones que tenemos y una de estas acciones es la formación de nuevas ciudadanías críticas, reflexivas, libres y autónomas y de ahí integran a los objetivos que se plantean en este seminario».
El académico Armando López Leyva explicó que la Cátedra Francisco I. Madero es un ejercicio de colaboración con el Instituto Nacional Electoral, con la Estrategia Nacional de Cultura Cívica del INE y la Universidad Nacional Autónoma de México que tiene el objetivo de “disentir, analizar, y desde luego, promover no solamente los valores y la cultura democrática, sino para entender los distintos procesos con los cuales se puede comprender la democracia en México y, desde luego, la democracia en el mundo».
En su intervención, Carola García Calderón coincidió en que la cátedra Francisco I. Madero «ha constituido un espacio de reflexión respecto a tópicos que se asocian con el fortalecimiento de la democracia, la cultura cívica, la ciudadanía y los derechos de los ciudadanos».
Finalmente, al inaugurar el Seminario a nombre del rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas deseó el éxito de este espacio plural de discusión y de análisis de la problemática que implican los desafíos de la democracia en nuestro país.
En México existen todas las condiciones democráticas
“En nuestro país existen todas las condiciones para, al menos en la dimensión electoral, poder ser considerados como un sistema democrático”, afirmó el Consejero Presidente del INE al impartir la conferencia magistral en el marco del Seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la Reforma Política de 1977.
En ocho años, destacó, el INE ha organizado 322 procesos electorales, incluyendo el ejercicio de Revocación de Mandato del 10 de abril pasado “y ninguno de esos procesos ha traído como consecuencia un conflicto postelectoral o una crisis política”.
Córdova Vianello subrayó que el índice de alternancia en las elecciones tanto federales como locales, a cargo del INE, “es la mejor prueba de que contamos con un sistema electoral, más allá de su complejidad, es absolutamente funcional”.
“Es decir, hoy hay una sana incertidumbre democrática que impide anticipar con absoluta certeza quién va a ser el triunfador de unas elecciones”, dijo.
Además, consideró que no es pertinente una reforma electoral de cara a las elecciones de 2024, pero en caso de que se decida hacerla deben cumplirse las siguientes condiciones básicas: que haya un consenso unánime entre los actores políticos, que sea para mejorar el sistema (no retrocesos) y que sea producto de diagnósticos adecuados; es decir, que esté basada en datos objetivos y no en filias ni fobias políticas.
“Nuestro sistema electoral es un sistema funcional. No creo que sea indispensable una reforma electoral, pero si hay una reforma que nos sirva para mejorar nuestro sistema, para continuar ese proceso de cimentación y de robustecimiento de los logros democráticos que hemos alcanzado, pues bienvenida sea, siempre y cuando sea para resolver problemas y no para crearlos donde hoy no los hay”, concluyó.