- Morena pretende subyugar a la oposición desde todos los frentes posibles.
Opinión | Noemí Luna, diputada federal
No le bastó con realizar una elección de Estado, claramente inequitativa, promovida desde la propia Presidencia de la República, a través de la compra del voto, una campaña anticipada y uso indiscriminado de recursos públicos, entregados a más de 24 millones de beneficiarios de los programas sociales. Por cierto, a los que amenazaron con perderlos si ganaba la oposición.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador fue el jefe de la campaña presidencial para imponer a la sucesora. Nunca sacó las manos del proceso. A este autócrata no le gusta la diversidad de pensamiento e ideas, la libertad de expresión, la transparencia, la disidencia ni la oposición. Los quiere desaparecer.
No les son suficientes los resultados de los comicios obtenidos en base a la inequidad, que afortunadamente no borró el pluralismo político de la nación.
No obstante, él quiere todo; hasta lo que no ganó en las urnas. Busca quitarnos en la mesa lo que el electorado nos dio con los sufragios. Aunque eso signifique olvidar que cada voto otorgado a la oposición tiene el mismo valor que el dado al oficialismo.
Para lograr su mayoría calificada artificial en el Congreso de la Unión, que le dé la posibilidad de concretar el Plan C, al aprobar el paquete de 20 reformas constitucionales que acaben con la División de Poderes, desaparezca los organismos autónomos y le dé un Poder Judicial a modo, con argucias, trampas, trucos en la operación electoral y una laguna en la ley, el oficialismo busca la sobrerrepresentación en las Cámaras de Diputados y Senadores.
Para explicar la sobrerrepresentación les comento que Morena y sus aliados obtuvieron en las urnas el 54% de la votación total. Sin embargo, exigen la asignación del 74% de las curules de la Cámara de Diputados; es decir, 372 de los 500 espacios, según anunció la Secretaría de Gobernación en una Mañanera.
El Artículo 54 de la Constitución –esa que AMLO dice respetar- establece como límite un 8% para la asignación de espacios de representación proporcional; sin embargo, el oficialismo quiere un 20%. Casi tres veces más de lo que les correspondería. Es un exceso autoritario.
¿A quién le quitarían esos espacios plurinominales? A la oposición del PAN, PRI y MC, que obtuvimos con los votos de las mexicanas y los mexicanos.
De concretarse la argucia anunciada se distorsionaría completamente la voluntad popular. Veamos este ejemplo, basado en el anuncio de Gobernación que tiene la pretensión de quitar espacios pluris al PAN.
En las elecciones el Blanquiazul fuimos la segunda fuerza política más votada, pero con la fórmula que el gobierno quiere aplicar, nos darían menos diputados y pasaríamos a ser la tercera bancada legislativa en la Cámara de Diputados, por debajo del Partido Verde, que en votos ocupa la quinta posición, aunque se instituiría como la segunda fracción parlamentaria, a pesar de que obtuvo menos de la mitad de los votos que el PAN. Así el indignante despropósito.
Las alertas están al máximo en la Cámara de Diputados, luego de que en el Poder Legislativo de la Ciudad de México el Instituto Electoral sí respaldó la sobrerrepresentación oficialista. Para concretar el “fraude” legisladores que compitieron y ganaron por Morena señalaron que pertenecían a los partidos satélites y cambiaron su siglado para acceder a representaciones pluris y obtener casi la mayoría calificada. Se quedaron a un escaño.
Este atentado contra la democracia no podemos permitirlo. El PAN recurrirá a las instancias electorales para evitar la sobrerrepresentación del oficialismo y la subrepresentación de la oposición, que este gobierno quiere desaparecer; no obstante, con el apoyo del electorado mexicano los gobiernos municipales son multicolores.