México Unido por la Soberanía y el Bienestar Migrante

Opinión | Senadora Vero Díaz

En este momento histórico, cuando enfrentamos retos que ponen a prueba la soberanía del pueblo, la unidad nacional es nuestra mayor fortaleza. Es por ello que, como mexicanas y mexicanos, debemos cerrar filas y respaldar absolutamente a nuestra Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.



Desde el inicio de la construcción del segundo piso de la Cuarta Transformación, nuestra Presidenta ha trazado un camino donde el humanismo mexicano prevalece en la toma de decisiones, donde la comunidad migrante está totalmente presente.



Hoy, ante las medidas que el gobierno de los Estados Unidos pretende imponer, reiteramos que la soberanía no es negociable. La migración no es un delito, es un derecho humano, y nadie tiene el derecho de criminalizar a quienes buscan un futuro mejor para sus familias.



Indudablemente, en congruencia con los principios y valores de nuestro movimiento, el gobierno de transformación actúa con determinación para proteger y respaldar a nuestras y nuestros connacionales.



En Zacatecas sabemos lo que significa la migración. En cada familia hay una historia de sacrificio, valía y esperanza que cruza fronteras. Cada peso enviado por nuestros paisanos es el reflejo del amor por la tierra que los vio nacer.

Esas remesas son, literalmente, el esfuerzo convertido en futuro para miles de comunidades. Por eso, desde aquí reafirmo mi compromiso de trabajar incansablemente por el bienestar de las familias de México y, en particular, por las de nuestro querido estado.



Aplaudimos las acciones que ha puesto en marcha nuestra Presidenta para recibir con dignidad y apoyo integral a quienes se vean obligados a regresar. Porque en México nadie está solo. Cada peso del presupuesto y cada programa social están alineados para abrazar al pueblo migrante.



Lo reafirmamos enérgicamente: rechazamos cualquier intención de vulnerar la soberanía. México es una nación digna y soberana, y nadie, absolutamente nadie, dictará cómo defender a nuestra tierra y su gente.



Somos un pueblo valiente que ha demostrado, a lo largo de la historia, que frente a la adversidad la unidad nos hace más fuertes.



A mis paisanas y paisanos migrantes, les digo: sus historias nos inspiran y nos recuerdan que la esperanza siempre triunfa sobre la fatalidad. Hoy, desde Zacatecas, enviamos un mensaje claro a nuestras hermanas y hermanos migrantes: ustedes no están solos. Somos una patria agradecida, orgullosa de su valentía y comprometida con su bienestar. 



No descansaremos hasta asegurar que cada uno de ustedes reciba el respeto y las oportunidades que por derecho les corresponden. Juntas y juntos construiremos el segundo piso de la Cuarta Transformación.



Y que nadie lo dude: en México, las y los migrantes son y serán siempre nuestros héroes y heroínas.