Opinión de Verónica Díaz Robles, senadora de la República
Que se escuche claro y fuerte: en estos tiempos de transformación, ¡México tiene mucha Presidenta! con liderazgo y con visión clara de soberanía nacional.
Nuestra Presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum, no solo goza de un alto nivel de aceptación entre el pueblo, sino que su desempeño en la diplomacia internacional, particularmente en la relación con Estados Unidos, es motivo de orgullo nacional.
De acuerdo con encuestas recientes, el 80% de los mexicanos respaldan su gestión. Y no es para menos. En un escenario internacional complejo, la primera mujer Presidenta de México ha demostrado que es posible conducir la política exterior con principios de fraternidad, sin ceder ni un milímetro en la defensa de los intereses nacionales.
Por ello, la reforma constitucional en materia de soberanía nacional resulta más que viable y necesaria para dejar claro que México es un país libre, independiente y soberano.
Ni Estados Unidos ni ningún otro país deben pensar que pueden invadir nuestra soberanía.
Esta reforma no solo fortalece el principio de soberanía nacional establecido en el artículo 40 de nuestra Constitución, sino que además endurece el combate contra el tráfico de armas y el terrorismo, al sumarlos al catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa.
La proliferación de armas ilegales es una de las problemáticas más serias que enfrenta nuestro país. Se estima que tres de cada cuatro armas utilizadas por el crimen organizado provienen de la industria militar estadounidense, una realidad confirmada por el propio Departamento de Justicia de Estados Unidos.
La lucha contra este flagelo no es solo una cuestión de seguridad pública, sino de soberanía nacional. México tiene la obligación de imponer medidas punitivas severas para frenar el tráfico ilegal de armas y, al mismo tiempo, enviar un mensaje claro y contundente a cualquier país que pretenda vulnerar nuestra independencia.
Desde la llegada de la Cuarta Transformación, encabezada por el Lic. Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de México ha sido consistente en su rechazo al intervencionismo.
A nuestro gran país lo acreditan todos y cada uno de sus episodios de lucha, así como las transformaciones que nos anteceden para lograr ser una nación libre y soberana.
Es importante reconocer que México ha predicado con el ejemplo frente al mundo, al conducirse en todo momento bajo los principios de libre autodeterminación de los pueblos y de no intervención.
La Constitución es el alma de nuestro pueblo y, a su vez, el máximo ordenamiento que, con la presente iniciativa, rechazará cualquier acto que atente contra la integridad, independencia y soberanía nacional.
“Con México es colaboración y cooperación, nunca subordinación; no injerencismo y menos invasión.”
En momentos cruciales como este, toca cerrar filas en defensa de lo que somos: un país libre, independiente y soberano.