Redacción
Zacatecas, Zac.- Con la charla “Ramón López Velarde y su última morada”, a cargo de María del Carmen Férez Kuri, y la mesa de diálogo sobre la poética de Ramón López Velarde, en la que participaron Elsa Cross, galardonada con el Premio Iberoamericano 2019, y los escritores Minerva Margarita Villareal y Alejandro Higashi, concluyeron las Jornadas Lopezvelardeanas 2019.
Luego de una serie de actividades académicas y musicales dedicadas a honrar la vida y obra del autor de El Son del Corazón, en el periodo que comprende la conmemoración de su fecha de nacimiento y su aniversario luctuoso, concluyó el programa que se desarrolló en la capital zacatecana.
María del Carmen Férez Kuri, miembro del patronato de la Fundación de La Casa del Poeta, habló del espacio en el que Ramón López Velarde pasó sus últimos días, y el que, junto con Guillermo Sheridan, Juan Villoro, entre otros, mantienen como un espacio vivo en el que se respira la lírica velardeana.
Férez Kuri invitó a los zacatecanos a que, así como se sienten orgullosos de que López Velarde sea su paisano y se sepan dueños de su casa paterna, en Jerez, allá en México tienen una propiedad que fue la última morada el poeta y que también les pertenece.
La Casa tiene una mística especial –dijo- los colores de ese imaginario son vívidos, esplendorosos, parece que las imágenes de cada rincón se desprendieran de la vida lopezvelardeana y este espacio es un culto que se le brinda.
Se trata de un museo metafórico, que en su visita pide a la gente que observe y lo relacione con la poesía, e interprete; es un museo íntimo que ahora se erige como una institución de asistencia privada no lucrativa que fue pensada para enriquecer el programa cultural de la Ciudad de México.
Un segundo momento de las actividades de las Jornadas Lopezvelardeanas 2019, de este viernes, fue la mesa de diálogo sobre la poética de Ramón López Velarde, en la que participaron Elsa Cross, galardonada con el Premio Iberoamericano 2019, y los escritores Minerva Margarita Villareal y Alejandro Higashi.
En una especie de tertulia entre amigos, a la que fueron invitados los zacatecanos, lo escritores hablaron de la Suave Patria y la apreciación del poema desde sus aristas, de lo que vertebra la obra y la poética velardeana.
Margarita Villareal dijo que este poema le hizo apreciar la patria de una manera especial, tenía las puertas abiertas a la percepción y es ahora un aliciente en tiempos como éste, en los que la patria por momentos se nos ha derrumbado.
En la poesía de Ramón López Velarde está la justeza y justicia de los adjetivos que utiliza, con una inteligencia tan sublime y atinada, pienso –agregó la poeta- que López Velarde logra establecerse como poeta nacional que fue recogiendo lo que es el México nacional, el de todos los días, de toda la gente.
En su momento, Elsa Cross compartió su experiencia de cómo fue que conoció a Ramón López Velarde. Su obra no estaba en la biblioteca de su abuela, quien era poseedora de un catálogo modernista que incluía la obra de Nervo, Díaz Mirón… pero nunca se enteró de que existía López Velarde.
Fue hasta el taller con Juan José Arreola, quien era un apasionado de la obra velardeana, que tuvo su primer acercamiento al poeta. Encontró en la obra de él la provincia y lo que tenía que ver con la poesía actual. Habló de su ensayo sobre él Las celestes y rojas utopías, que explora los puntos donde confluye el erotismo y el misticismo.
Para Alejandro Higashi existe en la poesía de Ramón López Velarde el adjetivo exacto, cuando lo leyó, no como un acercamiento lúdico, quedó paralizado por sus versos precisos, y pudo constatar una construcción difícil, ardua y de mucha síntesis.
Considera que es difícil traducirlo, pues es una referencialidad implícita en una sensibilidad. Si se traduce habría una enorme cantidad de notas, para explicarle a alguien que no es mexicano todo lo que está ahí.