OPINIÓN
Noemí Luna | Diputada Federal
Con los hechos violentos de la semana pasada en Zapopan, Guanajuato y Ciudad Juárez, claramente las autoridades fueron rebasadas.
La estrategia laxa de Abrazos no Balazos ha permitido que en este sexenio morenista se consolide y crezca la delincuencia organizada en todo México. Hay impunidad. Cuando no se castiga la maldad; se permite el sometimiento del país.
El crimen organizado dio muestras irrefutables de poderío. El martes 9 de agosto realizó bloqueos carreteros e incendió más de una decena de Oxxos, comercios, camiones y vehículos en Jalisco y Guanajuato.
Sólo dos días después, el jueves 11, en Ciudad Juárez la delincuencia provocó un motín en el penal, con saldo de dos muertos; causó más incendios y asesinó a 9 civiles, cuatro de ellos comunicadores de la emisora Mega Radio, a quienes se les arrebató la vida mientras hacían su trabajo.
Con esa clara confrontación a las autoridades, los miembros de los cárteles aterrorizaron y atacaron a civiles. Acabaron con la falacia de que los muertos sólo los ponían las bandas delincuenciales y derribaron las líneas discursivas, que desde la mañanera “receta” al pueblo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para mentirle sobre la disminución de los índices delictivos.
Más de 120 mil asesinatos y unos 100 mil desaparecidos lo desmienten y muestran la realidad cotidiana de la nación, reflejada en los titulares de los dos hechos: “México amanece en llamas” y “Ola de violencia en Ciudad Juárez”.
En tanto, el Presidente que privilegia los derechos humanos de los delincuentes porque son seres humanos, desde su púlpito se limitó a declarar que la violencia fue reacción por la aprehensión de 6 líderes “importantes” de un cártel de Jalisco. El ejemplo enseña. Posiblemente ellos también querían que AMLO ordenara su liberación, como lo hizo con el hijo del “Chapo” Guzmán en el 2021.
Quizá este es el momento ideal para que López Obrador personalmente le vaya a dar abrazos a esos seis sujetos y los convenza de detener los ataques contra civiles y reparen el daño a las 11 familias que perdieron a sus seres queridos y a las otras que perdieron su patrimonio.
O mejor aún, le sugiero que comience a trabajar para establecer una efectiva estrategia de inteligencia en seguridad pública y canalice recursos para enfrentar la delincuencia.
En esa tarea de construir un futuro confiable para México el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional y una servidora sí lo respaldaremos.