Redacción
Zacatecas, Zac.- Una majestuosa y especial serenata ofreció el gobierno municipal a la Virgen de la Soledad en su Santuario, con la presentación del Ensamble Fuensanta dentro de las actividades del novenario de esta máxima figura jerezana.
La jefa del Departamento de Turismo, Alba Dena Pereyra, se congratuló de ser parte de esta celebración que distingue al municipio, la cual el gobierno de Antonio Aceves Sánchez busca destacar y promover tanto dentro como fuera del estado.
Por tal se preparó un peculiar concierto titulado Hasta la Raíz, que puso de manifiesto a través de la música la devoción que los jerezanos tienen hacia esta solemnidad, ante un Santuario en su máximo esplendor por la ornamentación de pigmentos rosáceos y lilas que por primera vez le fue instalada.
A través de la visión contemporánea sobre la música clásica y mexicana, la agrupación jerezana nacida en el 2015 e inspirada para su nombre en el poeta Ramón López Velarde, mostró la consolidación de sus jóvenes integrantes quienes por su talento han logrado traspasar fronteras, convirtiéndose en embajadores del arte nacional en varias parte del país y fuera de él como Colombia e Italia.
Lo anterior dado que se caracterizan por trabajar en la integración de las bellas artes, enriqueciendo su espectáculo al invitar a profesionales de diferentes expresiones artísticas, como en esta ocasión el reconocido orador, poeta y locutor Anuar Alvarado quien en momentos intermedios recitó poemas a la Virgen.
Fusionando la técnica clásica con canciones del folclor mexicano, presentaron dentro del concierto dos partes correspondiendo la primera del siglo 14 al 18 con canciones como Preludio suite número 1 en Sol mayor, Donna Nobis, Per la gloria de adorarvi y el Ave maría de Shubert
En la segunda parte preponderaron piezas populares mexicanas como Jesús alegría de los hombres, Gloria a Jesús, Halleluya, Rayando el sol y Amor eterno para hacer un magnífico cierre con Diario de María.
Juan Francisco Ramírez Flores en el violín, Manuel Márquez Sánchez tenor y percusionista, Verónica Hernández Tizcareño como soprano, y Diego Jiménez de los Santos como director general además de arreglista, barítono y guitarrista lograron generar un ambiente armónico y sereno que resonó en el recinto eclesiástico y consiguió los constantes aplausos del público.