Mujeres de Trancoso, al rescate de sus tradiciones culinarias

  • A partir del proyecto de Catalina Romero Hernández: Cocineras tradicionales de Trancoso, son beneficiarias del PACMyC 2019
  • En Zacatecas, el PACMyC, que es ejecutado desde hace 25 años por el IZC, se ha caracterizado por el buen manejo en sus reglas de operación
  • Estos proyectos significan la protección y la salvaguarda del patrimonio cultural del estado

Redacción

Zacatecas, Zac.- El avatar culinario de Catalina, María del Rosario, Margarita Hernández y Margarita Reyes; Araceli, María Guadalupe, Lourdes, Jovita, Celia y Alejandra comienza un día antes por la tarde. Siete platillos de cuaresma, para el viernes siguiente, son su cometido.

Se trata de 10 mujeres que se han propuesto dar una muestra de los resultados del proyecto registrado por Catalina Romero Hernández: Cocineras tradicionales de Trancoso, del que fue beneficiaria en 2019, mediante el Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC).

Este programa federal, que se ha caracterizado en la entidad por el buen manejo en sus reglas de operación, en ininterrumpidas emisiones, es ejecutado y coordinado desde hace 25 años por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) Ramón López Velarde.

Para Susana Alicia Palacios, jefa de la Unidad Estatal de Cultura Populares del IZC, el desarrollo de estos proyectos significa la protección y la salvaguarda del patrimonio cultural de Zacatecas, en el que cada beneficiario contribuye a fortalecer los legados que se han preservado de generación en generación 

El proyecto de las mujeres del municipio de Trancoso es uno de los 92 que fue beneficiado por el Pacmyc 2019, en el que un grupo de cocineras tradicionales se propuso realizar una serie de talleres para difundir y enseñar la cocina tradicional, con productos de su localidad.

El propósito es el rescate de la comida de Trancoso, en particular de platillos como el asado de boda, comida de cuaresma, birria, condoches, y pan ranchero, gastronomía local que ha perdurado al ser transmitido de generación en generación.

La comida de cuaresma consiste en la elaboración de pipián, cuya pasta base es molida en la tradicional metate; la masita con bolitas de camarón, los chiles rellenos, nopalitos, lentejas y capirotada.

Preparan también arroz con tomate y arroz cocido con garbanzo, así como el agua de obispo, a base de frutas, la cual toma su nombre porque se prepara una vez al año, lo equivalente a la forma esporádica en la que la autoridad eclesiástica visita a los fieles en las comunidades.

La de cuaresma fue una muestra gastronómica de los platillos elaborados, como parte de una de las etapas del proyecto, que fue el taller de elaboración de estos alimentos típicos de los viernes de la temporada a la que se alude.

Posteriormente, las 10 mujeres continuarán con otros talleres, como el que se realizará sobre la elaboración de condoches, panecitos con ingredientes tradicionales, y en el que también contarán con la asesoría de Catalina