- Al menos dos visitas al odontólogo al año y la combinación de irrigadores y enjuagues bucales optimizan la higiene oral, previniendo problemas dentales a largo plazo.
Redacción | Salud y Bienestar
La sonrisa es una de las expresiones más poderosas que poseemos, pero mantenerla saludable puede convertirse en un verdadero desafío, especialmente cuando no se le presta la importancia adecuada.
A pesar de que en la actualidad la estética suele ser prioridad y el auge del skincare ha ganado terreno, es fácil pasar por alto el hecho de mantener una buena salud bucodental, lo que se refleja en que 9 de cada 10 mexicanos presentan problemas de caries o gingivitis1, mientras que a nivel mundial por lo menos 3,500 millones de personas enfrentan padecimientos bucodentales2.
Por lo anterior, en el marco del Día del Odontólogo, que se conmemora cada 9 de febrero, la odontóloga Stephanie Ramírez vocera de Waterpik México, hace un llamado para ser conscientes de la prevención de enfermedades bucodentales, pues no sólo afectan la boca y dientes, sino que pueden tener un impacto en el bienestar general.
“La boca es la puerta de entrada a nuestro cuerpo y, por lo tanto, su salud tiene un impacto directo en nuestra salud sistémica, si bien se han realizado esfuerzos por impulsar el cepillado dental aún son muchas las áreas de oportunidad para destacar la relevancia de la prevención de enfermedades bucodentales como caries y periodontitis”, mencionó la especialista.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), los mexicanos gastan alrededor de 20,000 pesos al año en salud, priorizando afecciones imprevistas. Sin embargo, la inversión en salud bucodental es limitada, con un promedio anual de sólo 700 pesos3.
Con frecuencia, la cita con el dentista queda en el olvido hasta que surge una emergencia; de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, solo el 31% de la población mexicana acude regularmente al dentista.
“Algunas personas dejan pasar hasta ocho años antes de programar una visita al dentista, permitiendo que los problemas bucodentales avancen sin control. Lamentablemente esta demora conduce a tratamientos dentales complicados e invasivos que podrían haberse prevenido fácilmente con medidas simples de precaución, como el cepillado regular que puede complementarse con el uso de irrigadores y enjuagues bucales”, agregó Ramírez.
Al igual que la piel, la boca, dientes y encías, también puede preservarse de manera sencilla mediante chequeos regulares y prácticas dentales saludables. Esta inversión, tanto en tiempo como en dinero, resulta mínima en comparación con los costosos tratamientos específicos que pueden requerirse una vez que se presenta un problema dental, llegando a ser hasta un 80 por ciento más costosos.
Como ejemplo, el irrigador bucal Waterpik, se presenta como una inversión inteligente con un costo aproximado de 1,400 pesos. Este dispositivo, que solo requiere 60 segundos para complementar el cepillado, brinda notables beneficios al eliminar hasta un 90% de la placa dental en dientes y encías.
Comparativamente, un diagnóstico periodontal puede oscilar entre 300 y 1,000 pesos, sumado a un mantenimiento periodontal que, a su vez, puede variar desde los 3,000 hasta los 20,000 pesos. La diferencia en costos y beneficios a largo plazo resalta la eficacia y economía de integrar el Waterpik en la rutina de cuidado bucal.
Si bien el cuidado dental es una gran herramienta, es necesario ser conscientes de la importancia de las visitas regulares al dentista para garantizar una atención completa y preventiva.
“La clave radica en cambiar nuestra perspectiva de las visitas al dentista. En lugar de esperar a que aparezcan problemas evidentes, optemos por una aproximación proactiva. Realizar revisiones regulares no solo preserva la salud de nuestros dientes y encías, sino que también protege nuestra billetera de tratamientos costosos y extensos”, finalizó la Maestra en Ciencias Odontológicas.